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“Deadline”

¿Qué viene a tu mente cuando escuchas la palabra “deadline”?


  • Fecha para terminar un proyecto

  • Fechas para cumplir metas de vida

  • Línea que representa que no hay vida


Ciertamente esta palabra produce una imagen en nuestra mente que lleva un mensaje.


Tenemos tantos "deadlines"...unos impuestos por otros y los que nosotros nos imponemos a nosotros mismos.


Vivimos en contra del tiempo, vamos de prisa, haciendo mil cosas por hora, tratando de hacer las cosas “a tiempo”.

Para tacharlas de la lista de “things to do”, que nunca termina.


El reloj, el calendario, la agenda siendo dueños de nuestras vidas, apretando todo, para que quepa en el día. Dictando donde debemos estar, con quien...en piloto automático muchas veces. Convirtiéndose en la manera de vivir, en tu estilo de vida.


Cumpliendo con responsabilidades y obligaciones, terminas exhausto para hacer algo para el SER. Se convierte en un patrón, sin poder reponer nuestras energías, sin descansar las horas adecuadas, empujando el día.


Peor aún transmitiendo a nuestros hijos el sentido de urgencia en el que vivimos. Diciéndoles “apúrate que no hay tiempo”, “no tengo tiempo ahora para eso”(no tienes tiempo para ellos). Provocándoles a ellos el comienzo de la enfermedad, el vivir en estrés. Puedes creerlo niños de tan sólo 5 años ya viven en estrés, por nuestra rutina diaria.



Sin poner en nuestras listas lo más importante, nosotros, nuestras familias, lo que disfrutamos hacer y una de las cosas más importantes en la vida, tiempo para hacer NADA, tiempo para conectar con el ser supremo, conectar contigo, DESCONECTATE!

Sin pensar en quien está detrás del HACER...el SER...lo egoísta que has sido contigo y los tuyos.


Así se une el estrés a nuestras vidas, una de las causas de las condiciones de salud de nuestra era. Una de las causas silenciosas de enfermedades coronarias, fibromialgia, insomnio, causadas por la “enfermedad de la prisa”.


Personas que están padeciendo esta enfermedad de la prisa, puede llevarnos al tercer punto del significado que le damos al “deadline”. Es la sensación en que vivimos en presión de tiempo, para hacer todas las actividades pautadas para el día, en conjunto a pensar y hacer más de una de ellas al mismo tiempo, el llamado “multitasking”. Que lamentablemente les informo que el cerebro sólo puede hacer una cosa a la vez bien, lo demás corre a su suerte.


El otro punto que padece la persona de enfermedad de la prisa es que no escucha, interrumpen constantemente y terminan las oraciones por los demás. Son impacientes. También tienen dificultad en permanecer mucho tiempo sentados, sin hacer nada. Hablan rápido y tienden a dominar situaciones profesionales y sociales. Este tipo de persona es muy competitivo, puede ser cínico y hostil. Este sentido de urgencia se encuentra entre los factores de enfermedades cardíacas por su toxicidad.

El estrés fácilmente corroe la calidad de vida de una persona y su bienestar. Incluso comienza el cuerpo a gritar, pero no lo escuchamos. Seguimos presionándolo por largo tiempo, décadas.

Estemos atentos a las señales que nuestro cuerpo emite y escucha tu mente para que estés alerta cuando utilices estas frases: “estoy atrás”, “acelera el paso”, “tengo que avanzar”, “estoy lento”, “no lograré llegar a tiempo”, mirar el reloj constantemente, tener programadas varias alarmas (no relacionadas a levantarse), sobrecargar la agenda de actividades que piensas que te dará tiempo de hacer.

Te comparto formas para mejorar o liberarte de esta enfermedad.

  1. Recuerda que el tiempo es una conversión de segundos, a minutos y estos a horas, es relativo. Todos tenemos 24 hrs. La diferencia es cómo los utilizamos.

  2. Vivir el momento presente, es lo único que puedes controlar o disfrutar. No pierdas tiempo y energía angustiándote por el pasado, ni preocupándote por el futuro.

  3. Se intencional todos los días para SER, protege un espacio en tu día para meditar, explora tu interior, disfrutar de la tranquilidad.

  4. Simplifica tu vida, pequeñas cosas que puedan hacer una gran diferencia. Si llenas la agenda, seguro que no tendrás tiempo. Simplifica tu vida dándole prioridad a las cosas que tienes que hacer y quieres hacer, al mismo tiempo y escoge conscientemente cuales no vas hacer. Aprende a decir que no, protegiendo así tu espacio.

Espero haber contribuido a tu vida un poco de consciencia sobre lo importante que es tu tiempo y bienestar.

Hasta la próxima, tu amiga y coach
















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